Entrenando en el pinar de La Palma en Abril

Laderas del Oeste de La Palma en plena foración.

La Palma es conocida desde hace mucho como “La Isla Bonita”. Pero el espectáculo que podemos ver estos días de finales de abril y principios de mayo en los pinares del Sur Oeste de la isla, demuestra que incluso quien es bella cada día, algunas veces se levanta especialmente hermosa.

La razón de esta belleza extraordinaria no es otra que la floración del corazoncillo (Lotus campylocladus ssp. hillebrandii) y otras plantas que de vez en cuando dan un toque de otros colores a los mantos de millones de flores amarillas que dominan el paisaje.

Les pongo unas fotos para que se hagan una leve idea de cómo está esa zona de la isla en este momento pero, sin duda, nada comparable a la experiencia de recorrer la zona caminando o con un trote suave.

Me gusta correr, así que describiré la que creo que es una de las mejores rutas para ver esta floración. También puede hacerse en vehículo 4×4 o en bicicleta de montaña, siguiendo toda la pista, desde la que también hay vistas muy interesantes.


Después de dormir plácidamente en un entorno muy silencioso y de levantarme ante un paisaje volcánico, árido y rodeado de viñedos (Villa La Malvasía), conduzco hacia el núcleo de Los Canarios, donde dejo el coche para internarme en el sendero GR 131. Este es el mismo sendero que usan la Transvulcania y la Ruta de Los Volcanes. Recorreremos varios kilómetros por este camino, por lo que si subimos entre las 13:30 y las 18:00h. es muy posible que nos crucemos con grupos de turistas que están terminando la Ruta de Los Volcanes o con corredores que están entrenando para participar en la Transvulcania (estos a cualquier hora del día o incluso de madrugada). Si quieres ahorrarte un par de rampas duras al principio, puedes subir un poco en coche (como un kilómetro) y dejar el coche donde el sendero se aparta de la carretera (claramente señalizado).

Después de recorrer unos tres kilómetros de subida por el sendero, hay varios senderos sin señalizar que podrías coger, pero para quienes no conocen la zona, lo mejor es subir hasta pasar un sendero que pone “Fuente de los Roques” y seguir subiendo hasta el siguiente cruce donde pone: “Fuente del Tión”. Este es el momento de separarnos de la Ruta de Los Volcanes dejando atrás el sendero GR 131. Avanzamos hacia llegar a la Fuente del Tión (unos 2 kilómetros), un buen lugar para hacer una parada y tomar un poco de agua (la fuente está a la derecha de la pista, pero el punto para acceder al agua lo encontrarás a la izquierda). Para continuar el sendero hay que subir unos 30 metros más, hasta el final de la pista. Siguiendo el sendero llegaremos a una pista de tierra (por la que iríamos si decidimos hacer esto en bici o en 4×4).

Avanzamos por la pista unos 7 kilómetros hasta llegar al Hoyo de la Cima (hoyo de unos 50 metros de caída vertical, un buen lugar para los amantes del rápel).

En este punto, a la izquierda de la pista hay un sendero que baja hacia el Oeste, rumbo a Jedey. Todo el recorrido hasta aquí está cubierto de corazoncillos en plena floración. Hace dos días que hice esta ruta, había un cartel al inicio del sendero que pone: “sendero cerrado”. El motivo es que las últimas lluvias causaron algunos daños en el camino. Supongo que lo arreglarán en breve. Nunca es recomendable meterse en un sendero cerrado, así que si cuando llegas aquí sigue cerrado, mejor sigue un poco más adelante (unos pocos cientos de metros, y baja por la pista que encontrarás a tu izquierda). El primer kilómetro de bajada por este sendero es realmente impresionante y, además de ejemplares enormes de corazoncillo Lotus campylocladus ssp.hillebrandii) nos ofrece el único ejemplar que he visto en toda mi vida, cuyo color no es el amarillo intenso que observamos en todo el camino. No hace falta ser muy buen observador, para ver pegado al sendero, en el lado derecho, el único ejemplar conocido hasta hoy, cuyas flores son de color blanco.

Este sendero lleva a Jedey (unos 5km y medio de bajada) donde, si aún te quedan ganas de correr, puedes continuar por el sendero de la Costa (GR 130) para regresar a Fuencaliente y recuperar el coche. Este mes el GR 130 en este tramo también ofrece bellas floraciones, de las que hablaremos en otro post. Si las ganas de correr se agotaron, siempre puedes coger la guagua en Jedey, llamar un taxi, o simplemente hacer dedo, estás de vuelta en la civilización.

Después de tantos kilómetros, nada mejor que terminar el día disfrutando de una tranquila puesta de sol con todas las comodidades en Villa La Malvasía. Respirando la esencia de lo más auténtico del Turismo Rural, en medio de viñedos que ofrecen ya los primeros brotes de lo que será la próxima cosecha de un buen vino.